En el primer caso, las “metapericias” podrían referirse a la revisión o evaluación de pericias realizadas por expertos forenses para garantizar su exactitud, integridad y objetividad. Esto podría incluir la revisión de informes periciales, la validación de metodologías utilizadas, la verificación de resultados y la emisión de opiniones adicionales o complementarias.
En el segundo caso, las “metapericias” podrían implicar un enfoque más amplio e integrador que va más allá de una sola disciplina forense. Esto podría involucrar la combinación de múltiples técnicas periciales, como análisis de ADN, análisis de balística, análisis de documentos, análisis de huellas dactilares, entre otros, para abordar cuestiones complejas o multifacéticas en una investigación criminal.
La idea de realizar análisis críticos y exhaustivos sobre pruebas forenses y de integrar múltiples disciplinas para abordar casos complejos es una práctica común en el campo de la ciencia forense.
Si bien la criminalística y el derecho penal tienen enfoques diferentes, son complementarias y trabajan de manera conjunta en el proceso de investigación y enjuiciamiento de los delitos. La evidencia recolectada por los criminalistas puede ser utilizada por los fiscales y abogados en los procedimientos judiciales para fundamentar sus argumentos y demostrar la culpabilidad o inocencia de los acusados. Por lo tanto, la colaboración entre ambas disciplinas es fundamental para garantizar la efectividad y la justicia en el sistema legal.